LA INTELIGENCIA EMOCIONAL DE LOS NIÑOS

 

 

AUTOR: WILL GLENNON

EDITORIAL: ONTRO

 

 

 

LAS 50 MEJORES IDEAS DEL LIBRO

 

 

-         Los niños tienen la capacidad de llegar al corazón de la gente sin esfuerzo. (pág. 13)

-         ¿Cómo, cuándo y por qué pierden las niñas la autoestima? La sociedad ha hecho grandes progresos a favor de la mujer. La mayoría de los actos violentos los cometen los hombres: hombres que fueron niños inocentes. (pág. 14)

-         Lo esencial a la hora de educar es el amor. (pág. 15)

-         Todos, los hombres y las mujeres, queremos amar y ser amados y vivir una vida plena. (pág. 16)

-         Hay que dedicarles tiempo a los hijos. (pág. 23)

-         Debemos ver las lágrimas de nuestros hijos como  una oportunidad para compartir sus sentimientos. (pág. 25)

-         Los gestos y las palabras de humillación son uno de los errores más graves que se pueden cometer como padres. (pág. 29)

-         Los problemas de comportamiento son gritos de ayuda. Debemos descubrir la causa de su mal comportamiento. (pág. 33)

-         Hay que utilizar frases concretas en vez de etiquetas para describir su comportamiento. (pág. 35)

-         Las influencias culturales nos condicionan de tal manera que tenemos miedo a decir algo tan importante como TE QUIERO. (pág. 42)

-         No pierdas el control cuando estés hablando con tu hijo. (pág. 45)

-         Los abrazos y el contacto físico son el elixir mágico más eficaz que poseemos. (pág. 50)

-         Para mantener la comunicación, nuestro interés debe ser sincero, y al mismo tiempo tenemos que respetar sus silencios si no les apetece hablar. (pág. 57)

-         Los niños necesitan que les comprendan. (pág. 59)

-         Es importante que nuestros hijos conozcan el otro lado de la historia, que sepan que también tenemos motivos para ser optimistas. (pág. 62)

-         Aprovecha todas las oportunidades que surjan en tu vida para acercarte a tus hijos y reforzar tus vínculos con ellos. (pág. 67)

-         El mensaje que enviamos con cualquier disculpa es que todos somos humanos y cometemos errores. (pág. 67)

-         El mensaje que enviamos con cualquier disculpa es que todos somos humanos y cometemos errores. (pág. 76)

-         Hay que demostrarles el amor de modo que pueda recibirlo. (pág. 76)

-         Los sentimientos nunca son erróneos, hay que respetarlos. (pág. 81)

-         Enséñale a ser responsable de sus sentimientos. (pág. 83)

-         Deja que se exprese a su manera. (pág. 86)

-         La ira es el último recurso que tenemos cuando nos prohíben el resto de las emociones. (pág. 90)

-         Los niños cuando cometen errores se sienten avergonzados. (pág. 93)

-         Sus emociones no siempre tienen que ver contigo. (pág. 94)

-         Los sentimientos de nuestros hijos son siempre más importantes que los nuestros, ocúpate de ellos con una actitud comprensiva. (pág. 96)

-         Hay que ayudarles a expresar su dolor. (pág. 97)

-         Cuanto mejor conozcan los niños el lenguaje corporal más acceso tendrán al mundo de las emociones. (pág. 99)

-         La perspicacia emocional permite aprender de los errores emocionales y corregirlos. (pág. 103)

-         Podemos enseñarles algunas técnicas de relajación para las situaciones tensas. (pág. 104)

-         Debemos cumplir con la parte que nos corresponde ayudando a nuestros hijos a encontrar la mejor manera de crecer y desarrollarse. (pág. 105)

-         Les enseñaremos que la fuerza no se emplea para dominar, sino para vivir la vida con integridad. (pág. 107)

-         Hay que enseñarles a escuchar, a controlar su ira y a que con madurez afronten y resuelvan ellos mismos sus propios conflictos. (pág. 111)

-         Les hablaremos de lo duro que es vivir en sociedad y les diremos que siempre deben ser ellos mismo sin permitir que nadie decida por ellos. (pág. 112)

-         Hay que trasmitirles lo que es el respeto, deben saber que hay que tratar a los además con respeto siendo compasivos. (pág. 116)

-         Deberíamos también animarlos a que desarrollen sus cualidades mostrándoles a algunos “modelos” como ejemplos. (pág. 119)

-         Podemos ofrecerles la oportunidad de ponerse a prueba, trabajar duro, alcanzar metas,… por medio del deporte, pero a su vez debemos cuidar éste ámbito para que no se convierta en una experiencia negativa. (pág. 120)

-         Tenemos que mostrar a nuestros hijos que se pueden apartar los mensajes negativos que nos rodean (por ejemplo En el mundo por la tv) y captar los positivos. (pág. 122)

-         También podemos potenciar su creatividad para que conozcan su mundo interior, no les restrinjamos su mundo. (pág. 125)

-         Hay que intentar que se esfuercen y comprendan el valor del trabajo en equipo, sin que piensen que el único objetivo es ganar. (pág. 130)

-         También podemos celebrar sus muestras de afecto y buscar oportunidades para que las expresen y estas conforme vayan creciendo no vayan desapareciendo. (pág. 132)

-         Combatamos el racismo de los niños, haciendo que se sientan integrados en la diversidad de la raza humana. (pág. 134)

-         Enseñemos a nuestros hijos lo que es ser un hombre y después a desarrollar su inteligencia emocional para que vivan en contacto a sus emociones. (pág. 135)

-         Ayudémosles a que sigan su propio camino eliminando los obstáculos con los cuales ellos creen que deben vivir de acuerdo con los que los demás esperan de ellos. (pág. 143)

-         Les tenemos que animar a explorar su mundo espiritual y emocional prestando atención a aquellas cosas que les entusiasman. (pág. 145)

-         Debemos enseñarles a escuchar a los demás y que no lo confundan con oír. (pág. 147)

-         Hay que ofrecerles nuestra ayuda para que estén unidos a sus sentimientos y reconozcan fácilmente los sentimientos de los demás. (pág. 148)

-         Tenemos que darle a la familia la importancia que merece para que aprendan a valorarla haciendo cosas especiales u organizando nuevas actividades. (pág. 153)

-         Deberíamos demostrarles que la vida no es sólo trabajo y rutina, sino mucho más y que pueden vivirla con sus propios valores. (pág. 156)

-         No debemos descuidar la base principal de la vida de nuestros hijos: su identidad espiritual, cada uno debe encontrar su propio camino pero para ello también hay que compartir nuestras experiencias espirituales con ellos (pág. 157)