SI SU BEBÉ NO GATEA EL CEREBRO PUEDE DESARROLLARSE MAL

 

AUTOR: Carlos Gardeta Oliveros

 

La fase del gateo abarca entre el octavo y onceavo mes, aunque hay algunos bebés que saltean esta etapa para empezar a caminar directamente. Esto puede llegar a ser muy perjudicial para el niño, ya que le puede causar multitud de disfunciones cuando esos niños crecen.

Es una etapa muy importante en su desarrollo evolutivo ya que le ayuda a fortalecer y desarrollar los músculos y huesos de todo el cuerpo, además de brindarle mayor confianza en sí mismos y una mayor autonomía. Asimismo, gatear es primordial para desarrollar correctamente el cerebro.

En el apartado de “La importancia del gateo” tenemos que destacar algunos puntos importantes:

-         El gateo conecta los hemisferios y crea rutas de información.

-         Desarrolla el patrón cruzado.

-         Desarrolla el sistema vestibular y el propioceptivo. De este punto debemos destacar que el hecho de que uno sepa dónde tiene cada uno de los miembros del cuerpo depende del sistema propioceptivo.

-         Desarrolla la convergencia visual y posibilita el enfoque de los ojos. En este enunciado hay que destacar que, según estudios de optómetras, el 98% de los niños con estrabismo no gatearon lo suficiente de pequeños. Además, parece que los ojos vagos están relacionados con un mal desarrollo de las convergencias por no gatear.

-         Desarrolla la oposición cortical. En este punto debemos señalar que al gatear el niño apoya su peso en las palmas de las manos y soporta esa tensión en las articulaciones de las muñecas. Así, percibe la oposición de la gravedad y aprende a manejarse con ella.

-         Le ayuda a medir el mundo que le rodea y el niño se adapta al medio.

-         Ayuda a establecer la futura lateralización.

-         Ayuda a poder escribir en el futuro.

En cuanto a “Cómo promover el gateo” hay que destacar algunas cosas de gran relevancia como: buscar un suelo limpio, seguro, etc., para que el niño gatee y aprenda el sólo; no forzarlo a ponerse de pie, ya que lo hará en su debido momento; que persigan objetos en movimiento cuando gateen, porque llaman su atención.

Por otro lado, tenemos que añadir que poner de pie al niño o montarle en un taca- taca sin que tenga la musculatura preparada para mantener el tronco erecto, hace trabajar incorrectamente a un sistema que no está maduro y en muchos casos provoca deformidades en la columna como la escoliosis.

Además, es muy típico que los niños que se ponen de pie sin tener desarrollado el sistema cerebral se queden como confundidos, miren alrededor, se asusten, bajen otra vez al suelo y pasen de nuevo una temporada gateando.

En definitiva, tenemos que dejar que el niño gatee a sus anchas.

 

Para finalizar, me gustaría exponer que me ha encantado este reportaje y que si de algo nos debe servir la información que vamos recibiendo acerca de los niños, no es sólo para leerla y que se nos olvide con el paso del tiempo, sino para aplicarla desde ya con nuestros primos, hermanos, sobrinos, o con nuestros hijos o alumnos en un futuro. A partir de ahora le daré más importancia a este asunto e intentaré no caer en la comodidad de poner a mis primos en el taca- taca o en el parque.